Piensa en verde : Asturias y Cantabria
Este año hemos decidido no salir del país en vacaciones y disfrutar de los paisajes y tranquilidad que nos ofrece el norte de España, concretamente hemos visitado durante una semana Cantabria y Asturias. Es un viaje tranquilo, fresco en todos los sentidos y gastronómicamente enriquecedor.
Si algo me ha llamado la atención es el verde de sus montañas, de sus prados…el verde de sus ríos, el azul de sus lagos y del mar, la piedra perfectamente encuadrada que forma preciosas casas y preciosos pueblos, el contacto constante con la naturaleza, la espontaneidad de los animales como protagonistas del paisaje… Para una chica de ciudad, es curioso y sorprendente ver como las vacas se adueñan de las carreteras sin prisas o escuchar cencerros y cantos de gallos al despertar cada mañana.
Esto en cuanto a lo rural, pero las playas aquí también son rurales, o salvajes o naturales o libres de bullicio…estaremos equivocados y realmente son estas las verdaderas playas en esencia, libres de edificios y de los propios alborotos estivales? son playas en blanco y negro, a veces lluviosas, a veces en calma, con niebla, cambiantes, con mucho espacio para caminar por su dura arena y poco espacio para disfrutar del escaso sol. Invitan al relax, al baño tranquilo y friolero, a leer en calma, a pasear con chubasquero, a volver a ser niño e intentar dejar las huellas de la mano haciendo piruetas en la arena…
Y qué decir de sus ciudades, de la sorpresa de descubrir una espléndida Oviedo donde quedarse, de Gijón incesante, con vida y juventud y de Santander imperial, elegante, española, como su gente…
Leche, huevos, pescado, carnes, queso, sidra… todo tiene un sabor especial aquí. Será por lo natural, será por el mimo y la tranquilidad que ponen sus gentes en cada detalle? A nosotros nos ha encantado, a nivel gastronómico ha sido un placer para el paladar y para el bolsillo, muy recomendable para desconectar de nuestro día a día, replantearse la vida y volver a disfrutar con la belleza de lo cotidiano y de los pequeños detalles que se nos escapan en nuestra rutina incómoda y estresante en la ciudad.
Os dejo unas fotos que espero enseñen un trocito de estas tierras tan bonitas y de algunosde los platitos que nos comimos…
Fotos hicimos mil, qué bien comimos. Destacamos la sidra deliciosa, las tablas de quesos, el pulpo a la gallega, almejas, sardinas y mariscos variado excelente, tortos fritos con rellenos encima (como el que aparece abajo de morcilla con cebolla caramelizada), croquetas y setas al cabrales, dulces originales y sabrosos y desayunos con sabor natural…. de hecho, esos huevos con salchichas que aparecen en quinto lugar, nos lo preparaba cada mañana el propietario del hotel donde estuvimos en Cangas de Onís, con huevos de sus gallinas, todo un placer….
Y para despedirme, os dejo una foto de Elena, de Elena en su Salsa, que os lleva a todos y a este blog en su corazón…